Un barco se ha estrellado en medio del océano, derrochando aceite entre tanta agua salada. Tu presencia es el petróleo flotando sobre un mar de lágrimas que se me adjudica en creación.
Todo combinado genera una sensación de lastimosidad que me da náuseas. Tan cansada de llorar, tan cansada de seguir siendo sólo una gota en el mar.
Cómo me gustaría que descubrieras el diamante que hay en mí, que lo sacaras a la luz con sólo sonreír. Pero nada de eso se hace realidad, nada de eso es algo que vaya a suceder, ya sé que no hay más que petróleo para mi...
Pero es complicado de aceptar.
